CREACIÓN DE PERSONAJES VI

TIPOLOGÍA DE PERSONAJES

(Los secundarios)

 

“Hago películas sobre el mundo, sobre cosas que me interesan. Intento mostrar lo complicada que es la vida y lo contradictorios que son los personajes y las relaciones, así que creo que mi deseo es hacer a la gente comprender la complejidad humana y alejar a la Historia de las interpretaciones ideológicas y de estas narrativas simplistas, ya sea que vengan de la derecha o de la izquierda y mostrar todo a partir del prisma de lo personal, de lo complicada que es la vida.”  Pawel Pawlikowski.

 

Fotograma de Serbian Epics, de Pawel Pawlikowski

Queridos visitantes de mi blog, guionistas, directores, productores y demás, bienvenidos una vez más a mi rincón de artículos cinematográficos. En la anterior entrada hablé sobre el antagonismo y todo lo que gira en torno a las fuerzas del mal que influyen en el protagonista.

En esta entrada trataré de profundizar en la figura del personaje secundario, en la importancia que tiene en la trama, su función y su aportación para con el/los protagonistas.

 

 

 

EL SECUNDARIO

 

“Comprendo que la gente diga que lo que hay en las películas es extraño o grotesco, pero el mundo es extraño y grotesco. Dicen que la realidad es más extraña que la ficción. Todo lo extraño que hay en una película está generado por ese mundo, adí que no puede ser tan extraño. Lo que más me gusta es el absurdo.” David Lynch

 

Fotograma de Carretera perdida, de David Lynch

El personaje secundario (pueden ser varios) tiene la misión específica de aportar o compensar los vacíos que el protagonista tiene. Todo protagonista carece de algo que el secundario debe completar. El secundario es el que da vida a la subtrama del guion y, con ello, encierra lo que sería el subtema de la historia.

La calidad del secundario depende en todo caso de las características que le podemos otorgar. Hay infinidad de tipos de secundarios que podemos destacar. Entre ellos, podríamos hablar de los que voy a enumerar en el título que viene a continuación, pero hay muchos más.

Si quieres profundizar a cerca de las posibilidades que pueden darte los personajes secundarios para la construcción de tu trama, aquí tienes más información. Las subtramas de toda estructura conforman una red de satélites que se yuxtaponen con la trama principal. De ti depende elegir la estructura adecuada para potenciarlos o ponerlos al servicio del protagonista siguiendo el modelo clásico.

 

TIPOS DE SECUNDARIOS

 

“Primero escribo los momentos claves del film, lo cual me proporciona una trama en siete u ocho puntos. Entonces, cuando me viene una idea, sólo tengo que preguntarme a qué punto, a qué escena debo vincularla. El decorado me ayuda mucho a encontrar las ideas.” Jean-Luc Godard

 

  1. El cómplice. El protagonista le da toda su confianza. Se convierte en su mano derecha y conoce todos sus secretos. Normalmente es un secundario activo, que tiene en su poder información que sólo el protagonista tiene.
  2. El mártir. Es el personaje que camina y evoluciona en la historia como aquel que elige de forma voluntaria el camino contrario del protagonista. Contesta a la pregunta: ¿qué pasaría si el protagonista eligiera ese camino lógico para resolver sus conflictos y conseguir su deseo? El mártir es un personaje espejo y encarna la posibilidad del no regreso, de la muerte, de la no consecución del objeto de deseo. Para ello, ambos deben compartir ese mismo deseo. Los caminos son diferentes y las consecuencias también.
  3. El traidor. Es el secundario que apoya en un principio al protagonista y, a lo largo de la historia, evoluciona de tal manera que se convierte en el cómplice del antagonista y traiciona al principal.
  4. El maestro o consejero. Es el transmisor de conocimiento. En un principio, puede ser rechazado por el protagonista y, a medida que éste evoluciona, se puede convertir en la revelación que le ayude a conseguir su objetivo.
  5. El loco o profeta. Es al que nadie hace caso. Normalmente se le relaciona con el profeta, el que anuncia lo que sucederá. Suelen ser personajes excéntricos, marginales y de difícil carácter pero con un embrujo especial. El éxito o fracaso del protagonista depende de su aproximación al loco y de lo que éste pueda ofrecerle.
  6. El adulador. Es el pelota, aquel que, por su caracterización, siempre dice lo que el protagonista quiere oír. Los aduladores encarnan debilidad, falsedad y sus objetivos no son más que conseguir algo del protagonista. La consecución de ese deseo puede revertir de forma positiva o negativa en el protagonista. Si está contento con el favor del protagonista puede ayudarle a conseguir su objetivo. Por el contrario, puede vengarse y convertirse en un traidor.
  7. El bohemio. Normalmente es un secundario que funciona por contraste. Para que el bohemio, que implica vida desordenada y falta de responsabilidad, funcione, el protagonista debe tener unas características contrarias. Es un personaje idealista, nada racional y con un concepto de libertad individual más amplio que la mayoría.
  8. El Mesías. Es el secundario esperado. Todo el mundo habla de él pero nunca está presente. Se supone que con su llegada, el protagonista puede llegar a conseguir su objetivo. Puede llegar o no llegar nunca. He aquí el dilema del guionista y su arte para manejar la expectativa.
  9. El protector. Es el que se afana en proteger al protagonista, el guerrero que siempre va a su lado, el Sancho Panza de turno. Por ejemplo, el policía negro que siempre muere para proteger al policía blanco.

 

EL DADOR

 

Fotograma de El desprecio, de Jean-Luc Godard

Llamamos dador a aquel personaje secundario que da-otorga-regala-propone una información vital al protagonista en un momento determinado de la historia y después se diluye o desaparece en la trama. Para que este personaje funcione, debe estar presentado en el primer acto del guión de forma física o por diálogo. El dador puede tener las características de cualquier secundario.

He considerado darle un valor especial a este tipo de personaje porque es una muy buena herramienta para desatascar una historia. A veces, durante el proceso creativo, el guionista se da cuenta de que, al llegar a las últimas escenas, falta algo. En muchas ocasiones, el protagonista necesita una información vital para llegar al final de la trama con garantías de verosimilitud. Es entonces cuando el dador puede impulsar la historia y ser la llave para detonar el conflicto. Esta herramienta la aprendí de Michel Gaztambide, guionista de Vacas o La caja 507, uno de los mejores profesores de guion que he tenido.

Hay que tener en cuenta que, para solventar un error, es necesario reescribir con fineza. En este caso, introducir un dador, no requiere de muchas maniobras y funciona en muchas ocasiones.

 

“Me gustan los caracteres que no están todavía completamente formados, quizá porque, a pesar de mi edad, me considero uno de ellos; en cualquier caso, lo que realmente me fascina es observar uno de esos personajes en proceso de desarrollo adentrarse en la etapa de perfeccionamiento. Es por ello que los héroes de mis películas son a menudo personajes principiantes.” Akira Kurosawa

 

Fotograma de El perro rabioso, de Akira Kurosawa

Con estas palabras del maestro nipón, me despido por hoy hasta el próximo artículo. Y ya sabéis, si queréis darle un punto de valor agregado a vuestros proyectos, no dudéis en poneros en contacto conmigo. También asesoro y hago informes de reescritura y adaptación de novela.

Seguid creando, queridos y queridas, por el bien de la humanidad.

 

 

Post by admin_ivan

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