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MARISEX
UN MONÓLOGO CRUEL
NOTAS DEL DIRECTOR
Marisex es un soliloquio perturbado, la crónica de un juguete roto, una muñeca del sexo, una imagen: un fetiche. Hay gente que todavía piensa que los fetiches no reflexionan, ni tienen capacidad de análisis, ni padecen, ni aman como todo el mundo. Falso. Marisex es Marisa Feliu y también sueña. Siempre ha querido ser actriz, desfilar por la alfombra roja de los festivales más glamurosos, pero no pudo o no supo dar el salto y se quedó a la deriva, en tierra de nadie: demasiado vieja para el porno, demasiado fetiche para el cine convencional. Marisex es la sombra de Marisa, es mucho más que un nombre artístico, es el personaje del que no se quiere deshacer, le ha dado fama, dinero, bienestar. Ahora vive en la disyuntiva de continuar siendo un fetiche o dejarlo todo par hacer lo que nunca a hecho o no ha sabido hacer, llevar una vida familiar, buscarse un trabajo y vivir como una persona normal. Pero, ¿qué es una persona normal? Deshacerse de Marisex no es fácil, es su segunda piel.
La dualidad está servida, Marisex es una lucha a muerte entre dos mundos opuestos. Por un lado, el mundo ficticio del porno y por otro la vida real, el tedioso ritmo natural de la convencionalidad. Marisex es un discurso directo, crudo y sin contemplaciones acerca de la competencia en la industria pornográfica y la cuestión de una maternidad mal entendida. Un cóctel explosivo lleno de contradicciones donde he tratado de buscar lirismo donde sólo había sexo en escena, sucio y lleno de tópicos malentendidos. Cuando se habla de pornografía, se habla desde la superficialidad, desde el punto de vista del consumidor y muchas veces se tiende a frivolizar.
Marisex no es una Stand Up Comedy. No tiene una estructura definida como tal. No hay contacto directo con el público. Para huir de la banalización y la parcialidad con la que se habla de sexo, he tratado de mantener una línea narrativa diferente, sumergirme en la dualidad Marisa-Marisex, con la intención de exprimir al máximo el zumo del limón. Es por eso que el monólogo consta de tres partes bien diferenciadas. La primera parte del discurso es un reproche en primera persona donde los otros personajes de la vida de la protagonista llevan el peso de la historia. Nos encontramos con una Marisa perdida, colapsada. La segunda parte es una muestra audiovisual del producto Marisex donde el público toma contacto directo con el personaje y no con la persona. Y el colofón final, en segunda persona, es una video-carta de despedida a todos los fans del personaje, es la rúbrica del final de Marisex y el público es el tú al que se dirije. Ellos son sus fans, la cuarta pared.
Marisex es morbo en escena, una bomba que puede explotar de un momento a otro y la tensión se mantiene latente hasta el final.