CREACIÓN DE PERSONAJES III

APUNTES SOBRE CORALIDAD

 

“Siempre veo a los superhéroes como gente que mata a otra gente porque no cree en lo que dice creer, o porque no son aquello que quieren que sean. Lo odio y no respondo a ese tipo de personajes. […] Si de verdad analizas estas películas, en realidad tratan sobre gente rica que tiene poder y que hace el bien y que mata al malo. No me gustan filosóficamente”. Alejandro González Iñárritu.

 

Queridos visitantes de mi blog, guionistas, directores, productores y demás, bienvenidos una vez más a mi rincón de artículos cinematográficos. En la anterior entrada hice un repaso sobre el valor del conflicto en los personajes e introduje sus tipologías, en este caso hablé del protagonista.

Fotograma de Babel, de Alejandro González Iñárritu

En la entrega de hoy dejaré aparcado el capítulo de tipologías para ampliar un concepto que quedó en suspenso en la anterior. Los que seguís la serie sabéis que estoy hablando de coralidad o protagonistas múltiples porque el artículo quedó suspendido en el siguiente fragmento:

“Una de las dificultades mayores que tiene el guionista para enrolarse en la aventura de escribir una historia coral es que, a veces, uno de nuestros protagonistas (en historias corales son todos protagonistas) parece cobrar más importancia que el resto durante el proceso creativo. Por circunstancias varias, ese personaje, tiene más empuje que el resto y eso coloca al guionista en la siguiente tesitura: ¿debo cambiar la historia y deshacer la coralidad?”

 

EL PROTAGONISTA APARENTE

 

“Siempre trato de construir mis películas sobre una oposición de caracteres. Poniendo el acento en los puntos comunes de dos personajes para después confrontarlos, la historia adquiere mucha más fuerza y se puede obtener mucha más intensidad.” Anthony Mann

 

Fotograma de La caída del imperio romano, de Anthony Mann

La coralidad funciona siempre y cuando el acontecimiento narrativo que se expone en la historia afecta en mayor o en menor grado a tus protagonistas. Si hay algún personaje que, con sus decisiones o su posición ante dicho acontecimiento, no desestabiliza en ningún momento a la historia o no aporta nada nuevo para con dicho acontecimiento, posiblemente sobra.

Ocurre con cierta frecuencia que un personaje tire más del carro de la trama que otro. En las películas corales no es necesaria una regularidad matemática de apariciones de tus protagonistas.

Es posible que ese personaje que cobra más importancia dentro de la trama coral sea el más necesario de todos. Pero en este caso no es un protagonista al uso, sino que más bien se transforma en lo que yo llamo protagonista aparente. Éste personaje tiene más fuerza, sí. Pero, al ser una historia coral, no es el único absolutamente relevante.

Fotograma de Songs from the second floor, de Roy Andersson

También existe la opción de que, en lugar de que la historia esté vertebrada por dicho acontecimiento narrativo común, pueda estar sujeta a una misma idea controladora o tema (puedes consultar el artículo sobre tema e idea controladora aquí).

Normalmente, estas historias son capitulares y los protagonistas se unen y desunen en función a un conflicto similar que tiene que ver con un mismo tema en cuestión. En este caso, no se trata de un retrato caleidoscópico en torno a un mismo acontecimiento narrativo. Son múltiples acontecimientos narrativos que tienen en común, además de afectar a los protagonistas en mayor o menor grado, un mismo tema e idea controladora. Por ejemplo: Vidas cruzadas, de Robert Altman; Babel, de Iñárritu; Du Levande y Canciones del segundo piso, ambas de Roy Andersson…

Fotograma de Dónde está la casa de mi amigo, de Abbas Kiarostami

Las historias de múltiples protagonistas son habituales no solo en cine sino también un novelas como Guerra y Paz o en obras de teatro como Un enemigo del pueblo, de Ibsen. En lugar de guiar el relato a través del deseo vital de un protagonista, esas obras entretejen diversas historias menores. Éstas no son más que satélites (consulta artículo sobre núcleos y satélites aquí). Cada una de ellas se enlaza con su protagonista para crear un retrato dinámico de una sociedad específica.

El protagonista no tiene por qué ser humano, dicho sea de paso. Podría ser un animal (Babe, el cerdito valiente), o un dibujo animado (Bugs Bunny). Cualquier cosa a la que se pueda dotar de libre albedrío y de la capacidad de desear, de llevar a cabo acciones y de sufrir sus consecuencias, pude convertirse en protagonista.

 

“Una historia debe tener agujeros, espacios vacíos, como en los crucigramas, que el espectador debe rellenar […]. En tanto que cineasta, cuento con esta intervención creativa, sin la cual el film y el espectador no tendrían razón de ser. Las historias sin fallos, que funcionan totalmente bien, tienen un gran defecto: impiden la intervención del espectador.” Abbas Kiarostami

 

Con estas palabras del maestro iraní me despido por hoy hasta el próximo artículo. Y ya sabéis, si queréis darle un punto de valor agregado a vuestros proyectos, no dudéis en poneros en contacto conmigo. También asesoro y hago informes de reescritura y adaptación de novela.

Seguid creando, queridos y queridas, por el bien de la humanidad.

 

Post by admin_ivan

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