CREACIÓN DE PERSONAJES

CARACTERIZACIÓN, FUNCIÓN Y CONFLICTO

 

“La mayoría de mis personajes son anarquistas […]. En el fondo de su corazón, están en contra de cualquier sistema.” Samuel Fuller.

 

¿Qué es más importante, la trama o los personajes? Este debate es tan antiguo como el arte mismo. Aristóteles sopesó ambos y llegó a la conclusión de que la historia viene primero y los personajes después. Su opinión se mantuvo hasta que, con la evolución de la novela, el péndulo de la opinión se desplazó en dirección contraria. Hoy el debate continúa sin que se haya alcanzado ningún veredicto.

Fotograma de Corredor sin retorno, de Samuel Fuller

Mi opinión como narrador audiovisual resulta paradójica porque, a pesar de mi obsesión por determinar la trama antes de iniciar mi labor de caracterización de personajes, siempre acabo modificándola en función a la cosmovisión de éstos. Así pues, sugiero trabajar ambos aspectos (trama y personajes) dejándonos llevar por nuestra propia intuición creativa. Cada historia merece ser trabajada de forma diferente y realmente no es relevante empezar por uno u otro concepto. Lo importante es el resultado final.

Durante los más de viente años que llevo escribiendo, he batallado con este dilema de la mejor manera que he podido y al final he llegado a una conclusión práctica. En realidad, no podemos valorar que es más importante, si la estructura o los personajes, porque la estructura ES sus personajes y los personajes SON la estructura. Son lo mismo, y por lo tanto una no puede ser más importante que la otra. Sin embargo, el debate continúa porque existe una confusión muy extendida sobre dos aspectos cruciales: la diferencia entre personaje y caracterización.

 

PERSONAJE Y CARACTERIZACIÓN

“No me gusta rodar una película en la que los personajes no sean dueños de su propio destino.” Budd Boetticher.

 

Fotograma de Los Cautivos, de Budd Boetticher

La caracterización es la suma de todas las cualidades observables de un ser humano, todo aquello que se puede conocer a través de un cuidadoso escrutinio –la edad y el coeficiente intelectual, el sexo y la sexualidad, el estilo de habla y la gesticulación, la elección de automóvil, de casa y de ropa, la educación y la profesión, la personalidad y el carácter, los valores y las actitudes–. La caracterización son todos los aspectos humanos que se pudieran conocer tomando notas sobre alguien todos los días.

Pero el VERDADERO CARÁCTER se desvela a través de las opciones que elige cada ser humano bajo presión. Cuanto mayor sea la presión, más profunda será la revelación y más adecuada resultará la elección que hagamos de la naturaleza esencial del personaje. Dicho de otra forma, solo cuando el ser caracterizado comienza a caminar en la trama y toma sus propias decisiones pasa de ser caracterización a personaje propiamente dicho.

La presión es esencial en un guión clásico. Las decisiones tomadas en situaciones en las que no se arriesga nada significan poco. Si un personaje elige contar la verdad cuando contar una mentira no le aportaría nada, su elección será trivial y ese momento no expresará nada. Pero si ese mismo personaje insiste en decir la verdad cuando una mentira le salvaría la vida, percibimos que la honradez anida en su naturaleza.

Fotograma de La escopeta nacional, de Luís García Berlanga

Para llevar a cabo el trabajo de caracterización de personajes, el guionista dispone de una herramienta útil: la ficha de personajes. A través de un cuestionario certero de preguntas y observaciones y a partir de sus respuestas se puede fabricar la cosmovisión de los personajes que van a poblar esas tramas que, aunque sea de una manera precaria al inicio, formarán el cuerpo de tu historia.

Personalmente suelo utilizar una ficha bastante completa. Después de responder a todos los enigmas, la archivo y voy extrayendo lo que más me interesa de ella a lo largo del proceso creativo. En casi todos mis trabajos uso esa herramienta por ser el modelo de ficha más extenso (suelo usar la que usan los guionistas de series televisivas). Si os interesa, siempre podéis poneros en contacto conmigo y os la haría llegar sin compromiso.

 

FUNCIÓN DEL PERSONAJE

“Me gusta que las intrigas surjan de los personajes, y no a la inversa. Es por lo que, en definitiva, yo soy poco “hitchcockniano”. Porque aunque Hitchcock logra humanizar la intriga, parte de una mecánica de suspense de la que se sirve ante todo.” Claude Chabrol.

 

Fotograma de El Infierno, de Claude Chabrol

La función de los personajes consiste en aportar a la historia aquellas cualidades de la caracterización que resulten necesarias para actuar de forma convincente según las decisiones tomadas.

 

 

 

 

 

 

Todo personaje debe resultar creíble:

  1. Lo suficientemente joven o lo suficientemente mayor.
  2. Fuerte o débil en su medida.
  3. Listo o ignorante, generoso o egoísta, ingenioso o soso, en proporciones correctas.

Cada una de esas características debe incorporar a la historia la combinación de cualidades que permita al público creer que el personaje sería capaz de hacer lo que hace.

 

EL CONFLICTO

Los tres niveles de conflicto:

  1. Conflictos internos. Es el propio yo del personaje. Son conflictos que surgen de los elementos de la naturaleza del personaje: la mente, el cuerpo y los sentimientos. Por lo tanto, el nivel de antagonismo más cercano en el mundo de un personaje es su propio ser: sentimientos y emociones, mente y cuerpo, todos o cada uno de ellos podrían reaccionar o no de un momento a otro como él espera. Con mucha frecuencia somos nuestro peor enemigo.
  2. Conflictos personales. Incluyen todos los conflictos de las relaciones personales, las uniones de una intimidad superior a las desempeñadas por la función social. Las convenciones sociales asignan los papeles externos que asumimos.
  3. Conflictos extrapersonales. Conflictos entre las instituciones sociales y las personas (gobierno/ciudadano, iglesia/creyente, empresa/cliente); los conflictos con personas (policía/criminal/víctima; jefe/trabajador…); y los conflictos con los entornos tanto artificiales como naturales (el tiempo, el espacio, y cada uno de los objetos que lo componen).

 

“A mí me atrae la oscuridad en un personaje. Si intentan construir un personaje muy racionalmente, ese personaje no tendrá vida. Debe haber una zona de sombra. […] Casi todos mis personajes sufren un desengaño y luego cambian, sea para bien o para mal. Es el tema del Quijote, a fin de cuentas. […] Un sueño de locura y finalmente el retorno a la razón.” Luís Buñuel.

 

Fotograma de Nazarín, de Luís Buñuel

Con estas palabras del genio de Calanda me despido por hoy hasta el próximo artículo. Y ya sabéis, si queréis darle un punto de valor agregado a vuestros proyectos, no dudéis en poneros en contacto conmigo. También asesoro y hago informes de reescritura y adaptación de novela.

Seguid creando, queridos y queridas, por el bien de la humanidad.

Post by admin_ivan

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