¡OH, ITIMAD, ITIMAD! 4ª ENTREGA

¡OH, ITIMAD, ITIMAD!

 

4. Vinieron para quedarse

 

De izq. a derecha: Núria Granell, David Blanco, Noelia Izquierdo y Maialen F. Boncompe. Foto de Dani Ruiz

 

Shani, en un neumático a ruedas, se mueve alrededor de Shukra ayudada de un par de desatascadores, los usa como apoyo para poderse mover de un lado a otro. Le da órdenes. Shukra distribuye las pertenencias de ambas según las indicaciones de Shani. Shani presenta un estado lamentable, pálida, ojerosa, tronco en tensión y cuello rígido. Shukra va uniformada como jugadora de Tiro a Cápsula: desatascadores de palo corto como sujetador, mallas ajustadas, botas militares y parche en el ojo. Jan observa desde su huevo. De vez en cuando mira por el catalejo las curvas de Shukra. Chandra está sentada en su neumático rascándose la cabeza y asintiendo a todo lo que le dice Shani. Ravi graba su discurso en el reproductor. Está molesto porque con tanto ruido no se puede concentrar.

RAVI: (Concentrándose; hablando por la salida de audio del reproductor) Ofrecientes, Ofrecidos, Ofrendados… He aquí el Hombre. Un hombre nuevo. Un hombre sin fronteras. El hombre que…

Jan escucha el discurso de Ravi, se infla, se siente poderoso.

JAN: (Ajustándose la capita) … que satisfará todas vuestras necesidades…

RAVI: Es mi trabajo, Jan, te pediría con todos los respetos, que lo respetaras.

SHANI: Querida Chandra, ¿es su hijo el hombre en cuestión?

Chandra asiente con la cabeza.

SHANI: No entiendo las pretensiones del discurso pero me parece divertido.

Shukra rueda un neumático que saca de un enorme saco, lo deja en el centro del escenario, mira a su alrededor y lo deja caer haciendo ruido. Ravi se desconcentra y refunfuña. Shani mira a Shukra inquisidoramente.

RAVI: …el hombre que no sabe llorar, un ejemplo, un buen producto… (Golpe neumático) ¡Mierda! (A las nuevas) Oye, largaos a vuestra puta cápsula.

SHANI: Pero que mal hablado es usted, Ofrendado.

RAVI: Ofrendado Instructor, señorita, no se equivoque.

SHANI: Vaya, vaya. ¿Le parece bien como respuesta que tengamos una inmensa grieta en la cúpula?

JAN: Ji,ji,ji. Se le dan bien las goteras al que dicen que es mi padre. Es su especialidad.

SHUKRA: (Señalando el neumático) ¿Dónde lo dejo?

SHANI: Hermanita, sabes que siempre quiero dormir sola.

SHUKRA: Pues va a ser difícil, hay poco sitio.

SHANI: Mira pues dormiré junto a Chandra, si no le importa.

CHANDRA: No, no, que me va a importar, mujer.

SHANI: Mira, ponlo junto al de Ravi.

Shani coge el neumático y lo rueda dirección a Ravi. Jan mira el trasero de Shukra por el catalejo. Ríe, se lo pasa en grande.

RAVI: (A Shukra) Eh, eh, para. Ni se te ocurra moverme nada.

SHUKRA: Tranquilo, lo dejaré aquí.

Shukra tira el neumático al suelo.

SHUKRA: Ya está, ¿algo más, hermana?

Shani se retira un poco para ver mejor la disposición del espacio. Shukra recoge el saco y lo mete en el baúl.

SHANI: Pues sí, ¿qué tal si me llevas al evacuatorio?

SHUKRA: ¿Tiene que ser ahora?

SHANI: Entiendo que ahora no quieras. Estás excitada, son muchos acontecimientos y supongo que querrás descansar y hacer tus cosas pero siento la necesidad. Una necesidad imperiosa. No me obligues a llorar.

RAVI: ¡Aquí no se llora!

JAN: Eso. Punto 6: llorar no produce. ¿Para qué llorar?

RAVI: Bien, pero no es el seis, es el siete.

JAN: Lo sabía. Fallé para que te sintieras más importante.

Shukra empuja el neumático con ruedas hacia un lado del escenario. Shani la ayuda remando con los desatascadores.

CHANDRA: (Con pachorra; a Shukra) Ahí tienes un biombo por si te da el pudor.

Shukra oculta a Shani tras el biombo y entra en el espacio privado. Jan, desde su huevo mira curioso la acción de las hermanas. La curiosidad también puede con Chandra que hace un esfuerzo para levantarse y subirse a la escalerita para poder ver mejor. Ravi rebobina el reproductor y lo enciende a voz baja.

RAVI: (Voz grabación) Ofrecientes, Ofrecidos, Ofrendados… He aquí el Hombre. Un hombre nuevo. Un hombre sin fronteras. El hombre que no sabe llorar, un ejemplo, un buen producto.

SHANI: (Fuera de campo; iracunda) ¡Ah! ¡Así no, inútil! ¡Primero desatas la cubierta y después me sacas el trasero, estúpida!

SHUKRA: (Fuera de campo) Vale no te pongas así que te va a subir la tensión.

SHANI: (Fuera de campo) No sirves para nada, estás gorda y das asco. Anda, sal de aquí.

Shukra sale del biombo. Se oye un chorrito de orina cayendo en una palangana y suspiros de alivio.

CHANDRA: Si quieres te ayudo la próxima vez.

SHANI: (Fuera de campo) ¡Ni hablar! Es una penitencia y se cumple a rajatabla. Lo debe hacer ella sola hasta que yo lo considere oportuno.

CHANDRA: (A Shukra) Supongo que ya lo debes tener asumido, ¿verdad?

El chorro cesa. Suena una campanita. Shukra se sienta en su neumático y se hace la desentendida.

SHANI: (Fuera de campo) Ya.

SHUKRA: (A Jan; riéndose) ¡Eh, tú! Baja de ahí ¿Todavía duermes en cápsulas pre-natales?

JAN: ¿Te ríes? ¿De qué coño te ríes? ¿Eh?

La campanita sigue sonando.

SHANI: (Fuera de campo; dulce) Oye, hermanita, ¿me vas a tener aquí con el culo al aire mucho rato? Lo digo por las hemorroides, ya sabes que no te gusta nada cuando te pido que me las quemes.

SHUKRA: Baja, hombre, que te voy a enseñar una cosa.

JAN: Pero bueno, ¿tú qué te has creído? Vas a venir aquí, a mi cápsula, a darme órdenes.

RAVI: ¡Silencio! (Pausa; instantes de silencio) (Al reproductor) Abrid bien los brazos para recibir al hombre que jamás os fallará, delatará siempre a todo aquel que no cumpla con su función, quemará libros, comprará a discreción…

CHANDRA: No le hagáis caso, está cada vez peor.

JAN: ¡Tú, padre de postal, saca la rueda del doble fondo!

RAVI: Jan, no, por favor.

JAN: Qué te he dicho.

Ravi saca la rueda de bambalinas y se mete dentro.

JAN: Tú no, lelo.

Ravi sale de la rueda.

JAN: Bien, princesa, ponte a rodar un poquito que vea ese panderazo en movimiento.

SHUKRA: Lo llevas claro.

Vuelve a sonar la campanita.

SHANI: (Fuera de campo) Va, Shukra, si me sacas de aquí ahora, rezaremos juntas y aquí no habrá pasado nada. Si no la purga de tu conciencia puede ser muy dolorosa, no te engaño, querida.

Shukra va tras el biombo.

SHANI: (Fuera de campo) ¡Así no! ¡Primero el trasero y luego la cubierta! ¿No ves que me mancho, idiota?

SHUKRA: (Fuera de campo) Vale, vale.

SHANI: (Fuera de campo) Eso. Y ahora la gotita. (Pausa) ¡Ah, tienes las manos congeladas! (Pausa) Ahí no, más arriba, más arriba… Ahí.

Negro.

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