EL ALGORITMO TIENE ASPERGER

EL ALGORITMO TIENE ASPERGER

Wellcome, my son, wellcome to machine… 

Casi con toda seguridad habréis llegado a mi blog y concretamente a esta entrada titulada El algoritmo tiene Asperger a través de una búsqueda en Google o, dicho de otra forma, habéis escrito unas palabritas, unas simples palabritas y le habéis dado al botón Enter. Si os digo que ahora mismo mi plugin Yoast de WordPress me está indicando que la legibilidad de este encabezado de artículo es simplemente aceptable y no óptimo, ¿me creeríais? Eso se debe a que la primera frase es muy larga para que los robots la interpreten bien. Si os fijáis (volved a leerla, por favor), es una oración algo compleja, el sujeto no aparece directamente y encima está omitido (el inglés rara vez omite el sujeto pero está escrito en español, qué le vamos a hacer). Es más, hay dos oraciones en una sin separarlas por un punto y seguido. Qué barbaridad.

¿Quiere decir esto que el arranque de este artículo está mal escrito? En absoluto. Simplemente me gustaría dar un toque de atención a todos aquellos que creen que el sometimiento de las letras a unas reglas algorítmicas regidas por parámetros matemáticos son la puerta de acceso al paraíso del beneficio rápido, el nuevo rumbo de la comunicación corporativa. Y no es verdad. Es obvio que en el uso y manejo de ciertas palabras estratégicas puedes obtener mejores resultados de búsqueda porque las arañas rastreadoras de Google y/u otros buscadores están optimizadas para ello, pero descuidan por completo conceptos como la singularidad del lenguaje. Cada contador es diferente, cada marca tiene su particularidad y la particularidad, valga la redundancia, no se atiene a normas, es libre y creativa, como no podría ser de otro modo. Es por eso mismo que cuando contratas a un copy no sólo estás pidiendo palabras, si no que lo que en realidad quieres es mensaje, un mensaje que se ajuste a tu marca en toda su extensión. Sencillo, ¿no? Pues no lo es tanto.

Supongamos que eres un especialista SEO y te encargas de supervisar todos los contenidos del blog de una gran marca así como todas las descripciones y metadescripciones de la web, el coordinador de marketing te presiona con informes de rendimiento, KPI’s y conversiones y, ¿que es lo primero que haces? Observar si los artículos del blog están optimizados al 100%, es decir, que cumplan los parámetros de un robot. Pues bien, no estás haciendo otra cosa que deshumanizar la marca, llevarla a la deriva de lo común, de lo mil veces visto y leído. ¿Por qué? Te lo explico si quieres seguir leyendo, claro. Si no, puedes rebotar y salir por donde has venido.

Si eres de los que quieren obtener réditos cortoplacistas y tienes fondos para invertir en publicidad, no tienes porque seguir una estrategia SEO de contenidos, con darle machaconamente al SEM y al Display y poner encabezados llenos de emoticonos simplistas y breves mensajes cargados de optimismo de mercadillo, tienes bastante. Pero aún así, no harás más que imitar modelos de mayor o menor éxito (me viene a la cabeza campañas como la de Mister Wonderful, por ejemplo). Y, no nos vamos a engañar ahora, por muchas fotos preciosas que postees, el robot rastrea por palabras. ¿Solución? Palabras que sugestionen, análisis de mercado, singularización del lenguaje, riesgo y trabajo de hormiga.

Hay que ser consciente de que el SEO de contenidos es algo serio pero que sólo obtiene beneficios a largo plazo. Ese es el talón de Aquiles de todos los abanderados de las Start Up. Los robots ayudan pero no son en absoluto la llave secreta del éxito porque tienen Asperger, no interpretan la ironía, ni los dobles sentidos, ni el pensamiento lateral, ni las metáforas, no se estremecen con la literatura, ni con la poesía, ni entienden de humanismo, la comunicación a través de sus exigencias estilísticas carece de profundidad, es aséptica, sirve para todo y para nada a la vez.

Ahora que la publicidad ha dado el viraje definitivo hacia el valor de las buenas historias como eje fundamental de transmisión de valores, misión y visión de marca, un algoritmo no puede interponerse a la hora de transmitir tu mensaje con todos los matices y la sensibilidad que merece. Es por eso que me resulta verdaderamente asombroso que haya gente empecinada en anteponer la analítica al propio contenido cuando debería ser a la inversa. Al fin y al cabo, no existiría el análisis de resultados si no tuvieras contenidos para analizar. Esto no es el juego del huevo o la gallina, aquí se sabe el origen, que no te confundan. En la industria cinematográfica pasa algo similar, el guion se desprecia (se paga mal o no se paga) en detrimento de los oficios técnicos (fotografía, sonido, montaje, camarógrafo…) pero todos ellos no trabajarían si no hubiera un guion sobre la mesa. Curioso, ¿no?

Así pues, en conclusión, estaría bien que tuvieras en cuenta, si es que quieres iniciar una aventura empresarial o bien  ya estás en el viaje y quieres mantenerte y/o aumentar tu visibilidad, que la valía de tu contenido estriba en la originalidad y versatilidad de quien lo escribe, independientemente de si cumple a rajatabla los deseos del algoritmo. No se trata de un montón de palabras clave (key words) que se pagan a peso porque cómo todo el mundo sabe escribir, ¿para qué remunerarlas bien?

Si después de leer este artículo sigues pensando lo mismo y formulándote esa misma pregunta estúpida, es que no te has enterado de nada y posiblemente seguirás contratando a becarios que te trabajen a medio gas por cuatro chavos mal contados o bien estarás escribiendo los contenidos tú a horas intempestivas sin haber escrito en la vida cuatro frases seguidas con algo de gracia y coherencia. Es más, encima seguirás quejándote de que no estás posicionado en el lugar que ingenuamente crees que te corresponde a cambio de muy poco esfuerzo, riesgo o dedicación.

Son las dos y media de la tarde, termino este artículo. Miro el plugin Yoast y no cumple los criterios de legibilidad, dice que necesita mejorar. Y te pregunto, ¿has sido capaz de leerlo o has necesitado que todo sea planito, de frases desnudas de epítetos, emoticonos infantiloides y demás estupideces?

Acabas de leer un artículo interesante, ¿lo escribirías igual? Pues no dejes que tu empresa diga lo mismo que las demás, haz que su mensaje sea diferente, apuesta por la creatividad, el esfuerzo y la paciencia.