DISTOPÍAS

CONSEJOS Y REFLEXIONES PARA LA CREACIÓN DE OTROS MUNDOS

 

“Si quieres preservar tu poder indefinidamente, debes obtener el consentimiento de los gobernados, y esto lo conseguirán, en parte, por las drogas como preví en «En un mundo feliz”, y en parte por estas nuevas técnicas de propaganda. Lo harán evitando el lado racional del hombre y apelando a su subconsciente y a sus emociones más profundas, su fisiología incluso, haciendo que realmente amen su esclavitud. Quiero decir, creo que este es el peligro, de que las personas realmente pueden ser felices, de alguna manera, bajo el nuevo régimen, pero serán felices en situaciones en las que no deberían serlas.” Aldous Huxley

 

Fotograma de Fahrenheit 451, de François Truffaut

La distopía es un subgénero dentro de la ciencia-ficción iniciado por novelas de sobras conocidas. Tampoco me voy a detener demasiado en ellas. Hablo, por supuesto, de 1984 de George Orwell, de Fahrenheiet 451 de Ray Bradbury, Un mundo feliz de Aldous Huxley… y tantas otras.

Es evidente que todas ellas me sirvieron de inspiración para abordar mi díptico de ciencia-ficción Des-propósitos Espaciales compuesto por Urna 321 y ¡Oh, Itimad, Itimad!. Dos obras de teatro estrenadas durante 2010 y 2011 respectivamente en varios teatros barceloneses. Mi intención con este artículo no es más que dar algunos consejos a los creadores que quieran acercarse al género.

Fotograma de Sex Mission, de Juliusz Machulski.

Como bien dice la definición de la palabra en el diccionario de la RAE, distopía es una representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana. Y es cierto, pero sólo en parte. El hecho de que tenga características negativas se debe a las primeras historias del género, opresivas, psicóticas, oscuras. No obstante, el tono dentro de la distopía puede estirarse como un chicle y caben todos los géneros. Se me ocurre, a bote pronto, la película de Juliusz Machulski, Sex Mission de 1984 (paradójica fecha). En esa historia, 100% distópica, el autor crea un mundo futuro dominado por mujeres en la que los dos únicos hombres son los protagonistas. Su tono es cómico y no deja de ser una historia distópica.

Dudo Errante, de Russell Hoban

La distopía no siempre se ajusta a unos cánones de comportamiento diseñados por y para un poder del que no se puede escapar. Tampoco tiene porqué abordar tramas tecnócratas. También hay historias distópicas en las que el poder queda deslavazado por el contexto y por una idea más o menos prefabricada de él. Cabe citar en este caso la novela (injustamente poco reconocida) de Russell Hoban, Dudo Errante. Esta historia está compuesta en un idioma inventado, una lengua del futuro en el que la palabra escrita permanece apenas en recuerdos rescatados de entre las ruinas de nuestro presente. Dudo Errante bien podría ser el mundo que nos espera en el amargo final de la carrera nuclear. La obra de Hoban combina el mito, la superstición, la religión, las historias orales, y la infatigable búsqueda de la conciencia.

No solo el cine o la literatura han parido historias distópicas, también (y en especial), el cómic ha nutrido a los ávidos lectores de mundos futuros más o menos opresores, más o menos extravagantes. Quiero hacer mención aquí de un cómic sublime que me sirvió de inspiración para ¡Oh, Itimad, Itimad!, mi obra distópica más controvertida. Se trata de Historias de la Taberna Galáctica, del gran Josep María Beà, una verdadera obra de arte en viñetas.

Viñeta de Historias de Taberna Galáctica, de Josep Mª Beà

Lo cierto es que el género distópico no es muy habitual en el teatro. De hecho, es una rareza absoluta ver una historia de estas características sobre un escenario. En 2009 fundé Cía. Les Maniquís con esa intención, producir obras de teatro de este género tan cinematográfico por primera vez. Que yo sepa, nadie lo había hecho hasta el momento, al menos en Cataluña. El resultado fue muy satisfactorio en algunos casos y un auténtico desastre en otros. Lo que viene siendo habitual en el loco mundo de los creadores.

Las tendencias distópicas actuales plasman regímenes opresivos a través de la robótica y la inteligencia artificial. Pero insisto, no es la única opción que acepta el género, no todo va a ser Black Mirror. Los géneros propiamente dichos están para experimentar con ellos, mezclarlos, jugar con los tonos como el pintor que juega con los colores sobre un lienzo. Si no tienes esa capacidad, lo único que harás es copiar a los demás.

 

CONSEJOS PARA LA CREACIÓN DE OTROS MUNDOS

 

Maialen F. Boncompte durante una función de ¡Oh, Itimad, Itimad!

  1. Documentación. Es importantísimo que, a la hora de crear una historia de este género, bebas de todas las fuentes posibles. Tampoco hace falta que te leas toda la Teoría de la Relatividad de Eisntein ni El Capital de Marx. Pero no dejes de leer, de investigar, de tener los ojos bien abiertos.
  2. Observación. Mirar a tu alrededor, acaparar información, contrastarla.
  3. Redactar el contexto. Antes de escribir las fichas de caracterización de tus personajes, es aconsejable escribir un buen dossier de contexto. Un truco es darle forma de libro de texto de bachillerato, estructurado en capítulos breves, en negrita las palabras claves y/o subrayados.
  4. Aplicar técnicas de estudio. Elaborar cuadros sinópticos, esquemas y bocetos. Es importante que todos los cabos se unan, que exista una verosimilitud. Cuando quieres crear un mundo distópico, los datos aparecen desordenados en la cabeza, te martillean, te impiden avanzar en la trama. Es inevitable pero se puede minimizar. Lo mejor es tener un cuadro que explique en una sola página el contexto y la estratificación de la sociedad que quieres crear.
  5. Queda absolutamente prohibida la pregunta: “¿esto quién se lo va a creer?”

 

Y esto es todo. El tema da para muchos artículos pero estoy cansado ya de darle a la tecla, tengo que retomar mi novela sobre la Cataluña del futuro, llevo dos años escribiéndola. Sí, vuelvo a la ciencia-ficción, estimados lectores y espero tenerla a punto a finales de año.

Seguid creando, queridos y queridas, por el bien de la humanidad.

 

Post by admin_ivan

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