CREACIÓN DE PERSONAJES VII
CARACTERÍSTICAS GENERALES
“Si mi personaje está en crisis es porque sin crisis no hay ficción. No puedes contar la vida de alguien al que no le pasa nada, porque entonces no hay película.” Alain Tanner
Fotograma de Messidor, de Alain Tanner
Queridos visitantes de mi blog, guionistas, directores, productores y demás, bienvenidos una vez más a mi rincón de artículos cinematográficos. En la anterior entrada hablé sobre los personajes secundarios y su importancia en la trama principal. En esta hablaré de los conceptos de diseño, personalidad y dimensión de los personajes.
LOS PERSONAJES NO SON SERES HUMANOS
“El personaje de Trenes rigurosamente vigilados buscaba la libertad y la experiencia sexual y al de Yo serví al rey de Inglaterra lo motiva la avaricia. De todos modos, no son parecidos intencionados. Supongo que se explican por el hecho de que ambas películas son adaptaciones de libros de Bohumil Hrabal. […] Bohumil conocía perfectamente qué imperfecta criatura es el ser humano, aunque eso no le impedía quererlo. Eso es lo que lo diferencia de muchos escritores actuales. Además, Hrabal era capaz de describir la vida tal y como realmente es, de forma inusualmente sensible, aunque no de forma naturalista sino siguiendo su propio método poético. Expuso la realidad ilustrándola a partir de relaciones y conexiones extrañas entre frases que oía o acontecimientos y personajes que tal vez imaginó.” Jirí Menzel
Fotograma de Trenes rigurosamente vigilados, de Jirí Menzel
Un personaje es una obra de arte, una metáfora de la naturaleza humana. Nos relacionamos con los personajes como si fueran reales, pero son superiores a la realidad. Diseñamos sus rasgos para que resulten claros y reconocibles; mientras que los seres humanos somos difíciles de comprender, por no decir enigmáticos.
Conocemos a los personajes mejor de lo que conocemos a nuestros amigos porque un personaje es eterno e inalterable mientras que las personas cambian, cuando creemos que hemos empezado a comprenderlas nos damos cuenta de que no es así.
El diseño de los personajes comienza con la organización de sus dos aspectos principales: la caracterización y la verdadera personalidad.
La verdadera personalidad sólo se puede expresar a través de las decisiones tomadas ante dilemas. Cómo elija actuar la persona en una situación de presión definirá quién es, cuanto mayor sea la presión, más verdadera y profunda será la decisión tomada por el personaje.
La clave para la verdadera personalidad es el deseo. ¿Qué quiere este personaje? ¿Lo quiere ahora? ¿Sabe lo que quiere? ¿No lo sabe?
LA DIMENSIÓN DE LOS PERSONAJES
“Blade Runner es en realidad una tira de cómic, una historia oscura en un mundo fantástico. Incluso se podría colocar a Batman o Supermanen ese mundo, con esa atmósfera. La diferencia es que yo tenía una maldita buena historia, ¡todo lo contrario que tener una “no-historia!” Ridley Scott
La dimensión es el concepto menos entendido de un personaje. La dimensión significa contradicción: ya sea dentro del personaje (una ambición guiada por un sentimiento de culpa) o entre su caracterización y su verdadera personalidad (un encantador ladrón). Estas contradicciones deben resultar coherentes. Retratar a un hombre como agradable y en una escena hacer que le dé gratuitamente una patada a un gato no añadirá ninguna dimensión nueva.
Las dimensiones fascinan; las contradicciones en la naturaleza o en el comportamiento cautivan la concentración del público. Por consiguiente, el protagonista debe ser el personaje con más dimensiones del reparto para poder centrar la empatía en el papel principal. Si no, el centro del bien se descentra (valga la redundancia); el universo ficticio se resquebraja; el público pierde el equilibrio.
Fotograma de Blade Runner, de Ridley Scott
En Blade Runner el marketing animó al público a sentir empatía con el personaje interpretado por Harrison Ford pero una vez en la sala, los espectadores se vieron atraídos por la dimensión del antagonista (Rutger Hauer). Ese cambio de centro del bien de protagonista a antagonista, generó confusión emocional en el público, redujo su entusiasmo y lo que debería haber alcanzado un enorme éxito se convirtió en un desastre comercial. Sin embargo, hoy día es una película de culto.
“El deseo puede llevarte a lugares trágicos, pero yo estoy de su parte, merece la pena recorrer esos caminos. Supone una pérdida de control y eso es lo contrario a la educación religiosa que recibí. Así que sí, es un posicionamiento vital dentro de la sociedad en la que vives. El deseo no es un camino de rosas, tampoco es algo que se mantenga en el tiempo, por eso tiene algo de frustrante. Pero soy partidario de un modo político más que biológico. Hay que entregarse a él, dejarse llevar.” Pedro Almodóvar
Fotograma de Qué he hecho yo para merecer esto, de Pedro Almodóvar
Con estas palabras del cineasta manchego, capaz de lo mejor y de lo peor, me despido por hoy hasta el próximo artículo. Y ya sabéis, si queréis darle un punto de valor agregado a vuestros proyectos, no dudéis en poneros en contacto conmigo. También asesoro y hago informes de reescritura y adaptación de novela.
Seguid creando, queridos y queridas, por el bien de la humanidad.
